Me llamo Irene
y os doy a todos la bienvenida a
mi blog. Primero, me gustaría presentarme un poco. "En un lugar de la
Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme..." y con esta frase tan poco
conocida ya os podréis imaginar por dónde van los tiros. Pues sí, soy una chica
de 25 años nacida en la Mancha profunda (Ciudad Real), donde, por cierto, la
ciudad no es que destaque precisamente por su encanto, pero eso sí, la gente es
"mu apañá".
Ahora me gustaría compartir con vosotros también un poco
mi experiencia tanto académica como profesional. Tras realizar la selectividad
me decidí a estudiar el grado en Estudios Ingleses, ya que de siempre se me
había dado bastante bien el inglés y, además, era para entonces mi asignatura
favorita. En realidad, también influyó una carta que recibí de un familiar que
estudió la misma carrera y me motivó mucho a ello. Finalmente, fui admitida y entré en la
universidad para estudiar dicho grado. Hasta ahí todo bien, salvo por el
pequeño gran detalle de que una vez comenzadas las clases fui consciente de que
todo (incluyendo las tutorías) era en inglés. Claro, en el instituto se me daba
bien, pero la gramática, que era lo que básicamente hacíamos en clase. Imaginad
el percal, al principio a veces no me enteraba ni de que habían mandado tareas
y no porque fuese excusa, para eso ya estaba el típico “se me había
olvidado”. De verdad os lo digo, ¡no entendía nada de nada! Hay gente que aún a
día de hoy me dicen que como fui capaz de entrar a estudiar una carrera sin
saber el idioma. Pues sí, lo hice y, ¡ojo!, que no fue nada fácil. Me costó
muchos disgustos y tuve que trabajar mucho, pero lo importante no es solo que
lo conseguí, sino todo lo que ello ha conllevado luego. Durante todos estos
años, he conocido personas maravillosas y de diferentes culturas que no solo me
han enseñado muchos valores importantes sino también mucho acerca del inglés. Me permitió conocer mi segundo hogar (Dublín), donde hice mi Erasmus,
y lo que
es más, me ha dado la oportunidad de saber lo que quiero ser a día de hoy:
pofesora de inglés.
Durante estos años he trabajado
dando clases particulares a chicos de diversas edades así como en varias academias. Sin
embargo, gracias a trabajar en una de ellas ahora tengo claro el tipo de
profesora que realmente quiero ser. ¿Por qué digo esto? Porque yo era la típica
cuadriculada que al principio pensaba que el modelo de clase que yo había
recibido de siempre (como realizar fichas) era el más eficiente cuando estaba
totalmente equivocada. Allí aprendí miles de trucos para realizar actividades
en el aula, muchas de las cuales incluso incluían respuestas físicas que
hacían a los alumnos aprender divirtiéndose. Sin embargo, eso no era lo mejor.
Lo mejor era que muchas de esas actividades eran al final fruto de mi
creatividad, la cual cada vez daba más de sí con nuevas ideas mediante las que
los chicos desarrollaban la suya propia. Lo que más me sorprendió cuando llegue
allí es que muchos de los chicos estaban literalmente (y, de verdad, sin
exagerar) deseando ir a clase. Es por ello que, al igual que el propio nombre
del blog lo indica ("think outside the box", en español "pensar
fuera de la caja") me gustaría fomentar entre los profesores la idea de
pensar diferente, de buscar las diferentes perspectivas a la hora de enseñar y
de promover entre nuestros alumnos el tan importante "critical
thinking" ("pensamiento crítico") para conseguir que florezca en
ellos esa auténtica curiosidad por aprender.